lunes, 30 de marzo de 2009

EDUCACIÓN: La base de una economía progresista y una política equitativa (por Juan Salvador Rodríguez Román)

Hoy en día un tema recurrente en cualquier parte del mundo es la crisis económica, pero esta no es un problema nuevo, más bien siempre ha existido y sus consecuencias han sido las mismas, en mayor o menor medida si ha existido delincuencia, inseguridad, desempleo, divisiones de clases ya sean bajas, medias o altas, pero lo interesante de la ó las crisis económicas no es el impacto que tienen en las diferentes sociedades, sino más bien es analizar las causas y tratar de amortiguar el impacto que tendrían con las medidas correctivas o preventivas, propuestas como la “educación”, que a pesar del grado de calidad con el que cuenta el sistema educativo mexicano es una solución para enfrentar y prevenir futuros problemas sociales como revueltas o golpes de estado.
La crisis económica actual es uno de los principales problemas vigentes, esta crisis es causada principalmente por una dependencia casi total a nuestro país vecino del norte y por su inversión en nuestro país, debido a la situación económica mundial y al aumento del precio del dólar lleva a que la deuda que tiene nuestro país con diferentes créditos extranjeros vaya en incremento, lo que ocasiona una recesión económica y al igual que hace algunos años la moneda mexicana pierde su valor frente a la economía mundial. Con la celebración del bicentenario de nuestra independencia es necesaria una reflexión nacional y un análisis de las causas y consecuencias de este movimiento.
Nuestro país a atravesado por dos grandes etapas históricas, la primera al adquirir su independencia (1810-1821) y la segunda su movimiento revolucionario (1919-1921), es decir que cada 100 años el país se levanta en armas contra la injusticia que ha existido y existirá, dichos movimientos son cíclicos, las condiciones que se dieron antes de estos movimientos eran similares, al igual que su duración, lo que nos debería hacer pensar si las condiciones actuales en nuestro país y en el mundo serían causantes de otro movimiento social.
El aumento en el precio de los energéticos como la gasolina, el gas y el diesel, el alza en los precios de los productos básicos como la leche y la tortilla, el desempleo, la reducción de salarios en algunos casos, la inseguridad social, el narcotráfico, son condiciones que tal vez sean causa de cambios pero, ¿Qué hacer ante estos acontecimientos?, la educación es una gran solución que debe ser tomada con más seriedad, al igual que lo fue en la década de los 60´s y 70´s con el desarrollo de las tecnologías y los medios de comunicación, que revolucionaron al planeta entero. La educación también ha tenido un desarrollo en el tratamiento y uso de la información, por eso es necesario en estos días optar por un desarrollo en materia educativa.
La educación es la base para alcanzar una economía progresista- desarrollista y más aún en un mundo capitalista, donde el neoliberalismo establece que todos somos capaces de desarrollar las mismas competencias y que todos tenemos las mismas oportunidades, lo único que nos hace diferentes en si es la capacidad de aprovechar y tomar estas oportunidades, es ahí donde la educación toma su máximo papel como el encargado de desarrollar en el individuo estas habilidades, capacidades, actitudes y conocimientos que serán necesarios para sobresalir y tomar un papel indispensable en la sociedad. Todo esto nos lleva en el campo educativo al desarrollo de las llamadas “competencias”, las cuales en nuestro país ya se están implementado al menos en el Nivel de Educación Básica, con la reestructuración de los planes y programas de estudio 2005 y 2006. Actualmente también se desarrolla en algunas escuelas de nivel Medio Superior y Superior. En nuestro caso nuestra Máxima casa de estudios está trabajando para integrarse en el modelo educativo basado en competencias.
El proceso de enseñanza y el proceso de aprendizaje se ha centrado tradicionalmente en el contenido de las asignaturas, descuidando la enseñanza (la consideración misma de la posibilidad de enseñar) de las capacidades y habilidades cognoscitivas que son indispensables para aprender, incluso de las mismas que se reiteran en planes y programas de estudio, tales como: capacidad de razonamiento, capacidad de autoaprendizaje, pensamiento autónomo, pensamiento crítico, solución de problemas, creatividad, etcétera. Para la UNESCO la enseñanza escolar y la educación misma debe de contar con cuatro pilares básicos de la educación: Aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. Sobre estos pilares se define lo que tiene que saber hacer la persona del mañana.
El desarrollo de una educación basada en competencias suena como una posible solución a muchos problemas actuales, donde surge una incógnita de si realmente nuestro sistema político está o no de acuerdo con esta educación o sólo está interesado en crear mediante las escuelas mano de obra barata y tratar de incrementar nuestra economía. Por ejemplo desde un punto de vista neutro acerca de la ACE (Alianza por la Calidad de la Educación) lo que se quiere lograr es producir mano de obra y se deje de lado formar seres pensantes que serian tal vez más útiles. Recordemos que lo mismo sucedió con la creación de los bachilleratos tecnológicos con los cuales sólo se creaban técnicos para su ingreso inmediato en empresas o fabricas; dichos egresados de esos bachilleratos no ingresaban a una educación universitaria ya que para ellos era suficiente sólo una carrera técnica.
Anteriormente se habían implementado programas para mejorar la educación, por ejemplo se había establecido específicamente el “Programa de modernización educativa” 1995-2000, el cual, tuvo fallas como la implementación de las llamadas “Enciclomedias”, las cuales parecían un buen proyecto, sin embargo, la falta de capacitación y aceptación de los docentes que harían uso de ellas llevo al deterioro y el uso inadecuado dichas tecnologías. Así mismo el neoliberalismo no entró en la esfera de la política educativa, por el contrario se acentuó la intervención del estado educador.
Juan Delval (2004) en su libro “Los fines de la educación” menciona un nuevo enfoque humanista con el cual la educación debe ser capaz de formar al individuo como un ser integral, como es parte de una sociedad y un medio natural no se debe concebir con un ente aislado de estos, ya que sus acciones, ya sean grandes o pequeñas, han de ser indispensables y afectarán a la sociedad y al medio en el cual se desarrolla. Si analizamos lo que Juan Delval menciona, muchos de los problemas que existen no solo en México si no en el planeta entero, son consecuencia de concebir al individuo en fragmentos y no como un todo; problemas como la inseguridad social y otros problemas sociales son causados por la falta de conciencia que tiene el individuo de sus actos. Lo mismo ocurre con los desastres naturales como por ejemplo: el desgaste de la capa de ozono, el sobrecalentamiento global, entre otros. El individuo no es conciente de las consecuencias que ocasiona en su sociedad y en el medio en que se desenvuelve.
Así pues la educación debe suministrar todos estos elementos, pero, sobre todo la esencia del espíritu universalista. Naturalmente, tras cursar la educación mínima obligatoria no se pueden conocer todos los logros del hombre, sin embargo, se hace énfasis en el sentido de la evolución de la humanidad, el lugar del hombre en la naturaleza, el papel del conocimiento en la transformación de la sociedad, entre otros. Lo que podríamos cambiar, sin dudar, es el espíritu de la educación.

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