lunes, 30 de marzo de 2009

LA EDUCACIÓN: el futuro de una sociedad sin futuro (POR Juan de Dios Cordero Coyote)

Esta reflexión tratará de dar a conocer, desde mi punto de vista algunas líneas de intersección entre la economía, la política y la educación.

Vista desde un concepto general, la economía es la encargada de suministrar los recursos con los que cuenta la nación, en este caso del Estado mexicano. La política esta enfocada más a la tendencia de dirigir, de manera eficaz, los procesos gubernamentales, en beneficio de la sociedad. Definir educación dentro del ámbito político-económico no es nada sencillo, pero puedo concebir a esta institución como la encargada de transmitir a los nuevos integrantes de una sociedad la cultura de un lugar determinado, en otras palabras integra al individuo a los procesos sociales.

Tomaré cada uno de estos conceptos para hacer una reflexión acerca de la manera en cómo se ven influenciados por los otros, de manera que se pueda identificar la relación existente y así poder expresar una conclusión final de este proceso integrador.

A lo largo de la historia de la humanidad se han presentado grandes problemáticas que han generado cambios drásticos y por consecuencia han modificaron la concepción de entender las cosas, uno de estos cambios trascendentales es el capitalismo como modelo económico vigente. Quiero partir de esto, para poder desglosar la reflexión considerada. La sociedad actual, se ve inmersa en procesos mecanizadores y donde todo se mueve en torno a la producción en masa y las demandas institucionales, que obligan a cada individuo a olvidarse de algo fundamental: de él mismo como persona. Las culturas actuales se ven modificas por los procesos sociales actuales, en donde se va denigrado a la persona como tal, anteponiendo lo colectivo antes que lo personal. Considero que la escuela juega un papel preponderante a la hora de asignar, de cierto modo, los roles sociales que nos tocan vivir. Los modelos educativos actuales, esta diseñados para poder controlar al individuo, se nos predispone a vivir de manera mimetizadora . Como menciona Fernando Savater en su libro “El valor de educar” Tendemos un doble nacimiento, uno biológico y otro social; la escuela rige el status quo y considero que también tiene la capacidad de modificarlo para beneficio de esta sociedad.

Por lo anterior, el eje central de esta reflexión es la educación, como institución formadora de personas, o tal vez como la que instructora de individuos, dependiendo del enfoque psicológico con que se quiera considerar. Quisiera retomar una frase que menciona Juan Delval en su libro los fines de la educación “Tenemos que crear obras de arte y no artesanías”, esa es la verdadera función de la educación dentro de la sociedad, es formar personas pensantes y no individuos iguales. Pero esa función se ve paralizada por las políticas gubernamentales, que más que mejorar la calidad educativa, empobrecen las expectativas educacionales. Como mencionó Hugo Aboites en el foro en contra de la ACE llevado a cabo en la UPN en marzo del presente año: De nada sirve hacer reformas al plan nacional de educación, hay que tomar otro modelo educativo, que descentralice a la educación para una verdadera mejora en la calidad de la educación y no sean sólo pantomimas. Cómo poder a hacer realidad lo antes planteado, si en primer lugar, el dominio del país, económicamente hablando se concentra en 20 familias y cuyos intereses se verían modificados rotundamente con una mejora institucional; en segundo lugar, cómo reformar a la educación sí las políticas gubernamentales impiden el crecimiento de la educación desde el plano constitucional.

En la actualidad, la crisis económica que azota al mundo entero es la prueba más clara de la relación entre la economía, la política y por ende la educación. Los gobiernos capitalistas continúan con la práctica neoliberal, esto está generando varias consecuencias devastadoras para el ámbito educativo, por ejemplo, la reducción el gasto publico en materia de educación, el seguimiento del deterioro en el poder adquisitivo docente, lo que ocasionará más crisis magisteriales como la habida en el año pasado en el estado. Esto deja en claro la dependencia que ejerce la economía del Estado Mexicano a la educación. Desde mi punto de vista, me preguntaría ¿Qué pasaría sí se privatizará la educación? El gobierno perdería control sobre ésta, esto causaría la desatadura de las trabas constitucionales y por tanto una educación de mayor calidad. Esto también puede traer consigo consecuencias negativas, como la dificultad que tendrían las clases más pobres de aspirar a una educación, pero considero que los recursos del gasto público que ahora son destinados para educación, podrían ocuparse para implementar más becas y ayudar a los alumnos más necesitados.
Por otro lado, puedo mencionar insistentemente que la función del Estado dentro de las instituciones educativas, es fundamental para la gestión y desarrollo de éstas. En los países desarrollados se presenta una gran relación entre el Estado y las escuelas, esto hace que se faciliten los recursos y por ende se mejore la calidad institucional y educativa.
México y América Latina conciben a la educación como democracia, no obstante se puede verificar que hay una falta de capacidad para conducir reformas académicas consistentes y de largo plazo, repercutiendo en la conclusión y adopción de metas. La forma en que se maneja ésta aparato es a través del autoritarismo y la centralización política y eficientismo; sus modelos de administración se encuentran sostenidos por esquemas de eficiencia racionales que se hallan burocratizados.

Puedo terminar esta reflexión comentando que tanto la economía, la política y la educación se mueven por caminos diferentes. La economía prioritiza los bienes de unas cuantas personas y hace de lado a las instancias populares, causando con ello una educación elitista que pone de manifiesto la diferencia entre las clases sociales. La política se mueve entorno de la economía, poniendo en último lugar de importancia a la educación como institución social, urgente de una reforma. La educación se mueve en torno de las demandas sociales globalizadas, lo cual la convierte en una institución rígida, descontextualizada y sin las adecuaciones correspondientes para una mejora que vaya acorde a los requerimientos de cada sociedad en específico.

Reitero la importancia de la educación en las relaciones de poder en México, sin dejar de lado los parámetros institucionales que esto representa. Una buena relación entre estos conceptos traería como consecuencia una mejora educativa que sólo se podría presentar, si se ponen en la misma línea, a la economía y a la política, siendo estas dos últimas las encargadas de dar el sustento necesario para un buen funcionamiento institucional de las escuelas.

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